La Metilación de los Estrógenos

Metilación de los estrógenos para combatir la dominancia estrogénica

 

Seguro has escuchado hablar de los estrógenos tanto si tienes síndrome de ovarios poliquisticos, desbalance de estrógenos, resistencia a la insulina, alteraciones en el ciclo hormonal, una madre, hermana o amiga con alguna de estas condiciones o, simplemente, por el hecho de ser mujer.

Sí, son esas hormonas sexuales que dominan en gran medida el ciclo hormonal y, cuyo exceso, representa un problema para el mantenimiento de la salud reproductiva y de la salud en general. Por eso, hoy te hablo de la metilación del estrógeno, una vía metabólica fisiológica que permite reducir en gran medida la concentración de los estrógenos en el organismo. ¿Quieres saber más? Quédate conmigo y aprende algunos trucos para mejorar esta vía.

 

Empecemos por los estrógenos

Para hablar de la metilación de estrógenos de un modo que nos podamos entender, es necesario aclarar el papel que tienen los estrógenos en nuestro organismo.

Los estrógenos son más que hormonas femeninas. Si bien tienen un importante rol en la menstruación y los ciclos reproductivos, sus funciones en el organismo son más amplias.

Participan activamente en el crecimiento, diferenciación y funcionamiento de diversos tejidos del cuerpo, no sólo aquellos que involucran la reproducción.

Los estrógenos interactúan con diversos tipos celulares como las células del sistema inmune: los linfocitos B y los macrófagos, así como las células de los vasos sanguíneos.

Estas hormonas participan en la formación y mantenimiento óseo, tienen un rol cardioprotector, son capaces de influir en el comportamiento y el estado de ánimo. Adicionalmente participan en el metabolismo de carbohidratos, lípidos y proteínas.

 

¿Qué ocurre con el exceso de estrógenos?

El desbalance en los niveles de estrógenos, tanto en exceso como en déficit, induce la aparición de enfermedades que afectan diversos sistemas como el inmune, el metabólico y el neuronal.

El exceso de estrógenos nos deja expuestas a sufrir condiciones como el síndrome de ovarios poliquísticos, la endometriosis, la proliferación de diversos tipos de cáncer asociadas a la sobreexpresión del receptor de estrógenos y, las enfermedades autoinmunes, como el lupus y la esclerosis múltiple.

 

Los estrógenos del ambiente

Los estrógenos se pueden clasificar de acuerdo a su origen en endógenos y exógenos.

Los primeros son aquellos que se generan en el organismo por múltiples reacciones enzimáticas, dentro de este grupo se encuentran la estrona, el estradiol y el estriol.

Los estrógenos exógenos son aquellos que provienen de compuestos ambientales con los que entramos en contacto, también son conocidos como xenobióticos o disruptores endocrinos.

Entre ellos tenemos los pesticidas, los herbicidas, los plásticos, los refrigerantes y solventes industriales que son similares a los estrógenos y tienen la capacidad de mimetizar en el organismo, por lo que contribuyen en gran medida a una dominancia de estrógenos en el organismo.

 

De la formación del estrógeno a su metilación

El metabolismo de los estrógenos es un proceso complejo. El efecto de su actividad biológica dependerá de la forma en que son metabolizados en el organismo.

Para ser más concretos, los estrógenos serán convertidos a moléculas activas por una reacción de hidroxilación que puede dar origen a tres compuestos diferentes. Ellos son el 2 hidroxiestrona, el 16 hidroxiestrona y en menor proporción el 2 hidroxiestrona.

Sin intenciones de aburrirte, es necesario que comprendas la diferencia de cada compuesto, ya que el 2 hidroxiestrona es un metabolito con actividad muy débil y generalmente conocido como bueno.

Mientras que sus compañeros 16 hidroxi y 4 hidroxiestrona muestran una actividad estrogénica elevada, por lo que promueven la proliferación celular, uno de los principales eventos relacionados con el desarrollo de cáncer, sobre todo de cáncer de mama.

¿Significa esto que estamos predispuestas genéticamente a padecer cáncer? No. Primero, tenemos la vía de la metilación de los estrógenos y, en segundo lugar, están en pie algunas hipótesis que plantean que se puede mejorar la vía del 2 hidroxiestrona en aquellas condiciones donde hay dominancia de estrógenos o desbalance.

 

La metilación del estrógeno

Hablemos de la vía de la metilación de los estrógenos de la que contamos con más evidencia científica.

Los metabolitos 2 hidroxiestrona y 4 hidroxi estrona son fácilmente oxidados a compuestos llamados quinonas que son altamente reactivos, pueden dañar el ADN y promover la carcinogénesis de forma directa o indirecta.

Por suerte estas acciones nocivas se pueden minimizar a través de la metilación de los estrógenos. Esta vía se encarga de la desintoxicación y excreción de los hidroxi estrógenos, llevado a cabo por la enzima catecol-o-metiltransferasa.

¿En qué se traduce la metilación de los estrógenos? La metilación del 4 hidroxi estrona lo convierte es un compuesto significativamente menos activo y por lo tanto menos dañino. Cuando el 2 hidroxiestrona es metilado exhibe propiedades beneficiosas al inhibir la proliferación del cáncer en los senos.

La metilación de los estrógenos representa una vía para la eliminación de los estrógenos y los metabolitos resultantes generan efectos positivos.

 

Algunas pistas para saber si metilo correctamente

Las personas que metilan lento, tienen un mayor riesgo de acumular estrógenos. También tendrán más dificultad para eliminar las hormonas de estrés, la histamina, y tóxicos ambientales. Pudiendo producirse problemas de ansiedad, depresiones, fobias, cefaleas o migrañas, dolores crónicos y problemas hormonales, según nos cuenta Xevi Verdaguer.

Podemos buscar información en una analítica de sangre, las personas que metilan lento, tendrán niveles de homocisteína más altos que 12mmol/L. Analiza también tu B12, B6 y B9.

 

¿Puedo contribuir a la correcta metilación de los estrógenos?

Las reacciones metabólicas no las podemos controlar de forma voluntaria, pero podemos ofrecerle a nuestro organismo la mejor selección de nutrientes que propicie algunas reacciones (las que busquemos favorecer) sobre otras.

Es así cómo se identifican diversos nutrientes que inducen acciones beneficiosas, entre ellas la producción de 2 hidroxiestrona sobre sus homólogos, la reducción de la oxidación de los hidroxi estrógenos, la metilación de los estrógenos, la inhibición de la enzima aromatasa que genera los estrógenos, la modificación de la actividad del receptor de estrógenos, etc.

 

Como siempre, la clave es la alimentación

Para inducir esas reacciones deseadas, contamos con alimentos que proveen los nutrientes específicos para la metilación de los estrógenos y otras reacciones que disminuyan la dominancia estrogénica.

En primer lugar, tenemos los carbohidratos complejos. Podemos encontrarlos en vegetales y granos enteros, tienen la cualidad de minimizar los cambios en los niveles de glucosa e insulina en la sangre.

Esto se traduce en un mejor control hormonal y de peso corporal con menor riesgo de sobreproducción de estrógenos vía adiposa.

Las proteínas también son importantes. El citocromo P450 es la principal enzima involucrada en la detoxificación de los estrógenos por lo que una ingesta adecuada de esta es fundamental.

Los alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 como los pescados azules, las nueces, las semillas de chía y de linaza son indispensables para incrementar la producción de 2 hidroxiestrona sobre sus compañeros.

Las semillas de lino y sésamo así como los vegetales ricos en fibra como el brócoli, las alcachofas y los espárragos son una gran fuente de lignanos.

Este tipo de fitoestrógenos estimula la producción de la globulina fijadora de hormonas sexuales, de esta forma los estrógenos no actúan libremente en el organismo. También disminuye la actividad de la enzima aromatasa.

 

La metilación de los estrógenos también necesita nutrientes específicos

La reacción de la metilación de estrógenos requiere de la presencia de nutrientes como el folato (B9), la riboflavina (B2), la piridoxina (B6), la cobalamina (B12), la trimetilglicina (TMG), metionina (S-adenosil metionina), y el magnesio.

No te asustes, no te hablo en otro idioma. El folato, riboflavina, la piridoxina y la cobalamina son parte del grupo de vitamina B y actúan como cofactores en la reacción de metilación, esto reduce en gran medida la conversión de los hidroxiestrona en compuestos carcinogénicos.

Otro potencial rol que tienen estos nutrientes es el de modular la activación de los receptores de estrógenos. Consigue las vitaminas del complejo B en alimentos como sardinas, huevo entero, hígado, carnes magras de vaca y de pollo, pescados, levaduras y semillas como girasol, nueces.

El magnesio es un cofactor para la metilación de los estrógenos por la catecol-o- metiltransferasa. Además de promover la detoxificación de los estrógenos, el magnesio juega un rol importante en la intensidad de los síntomas del síndrome premenstrual (SPM), sobre todo en mujeres con bajos niveles de este nutriente.

La trimetilglicina se encuentra principalmente en la remolacha y la metionina es una aminoácido que se consigue con facilidad en los alimentos fuentes de proteína.

Ahora conoces un poco más sobre el interesante mundo de los estrógenos, especialmente de su metilación, no te pierdas la oportunidad de regalarle a tu cuerpo las mejores opciones de alimentos que le permitan trabajar en pro del control de tus estrógenos.

 

Referencias

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29509437

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5877720/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6683114/

https://bit.ly/2IZox5h

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32119876