La magia de la progesterona

En esta oportunidad quiero hablarte sobre una hormona poco conocida pero con un gran valor para nuestra salud reproductiva, física y mental. Se trata de la progesterona.

Cuando digo que la progesterona natural es mágica no lo hago con ánimos de exagerar, es impresionante la cantidad de funciones y efectos que genera en el organismo.

Es necesaria para mantener el curso normal del embarazo, estimular la salud ósea y, de paso, actúa como un antidepresivo.

Si esta pequeña introducción ha llamado tu atención, te invito a que descubras todas las funciones de la progesterona en tu organismo y cómo potenciarla, porque realmente, la progesterona puede cambiarte la vida.

 

¿Qué es la progesterona?

La progesterona es una hormona esteroidea producida por los ovarios a través del estímulo de las hormonas folículos estimulante (FSH) y luteinizante (LH). La producción de progesterona inicia en la segunda mitad del ciclo ovulatorio.

Otros órganos que generan esta hormona son las glándulas suprarrenales y el sistema nervioso central. En caso de fecundación del óvulo, la progesterona es producida por el cuerpo lúteo durante los primeros meses del embarazo.

Los hombres también generan progesterona en sus testículos. De estos datos se infiere que la progesterona natural tiene funciones más allá de la vía reproductiva.

Encontraremos que la progesterona regula diferentes procesos. Es capaz de tener un efecto antihipertensivo a nivel del sistema cardiovascular, antiandrogénico en la piel, promover el balance hídrico a nivel renal y disminuir la resorción ósea.

 

Progesterona en la menstruación

El primer efecto de la progesterona en la salud reproductiva lo notamos en la relación que tiene con el síndrome premenstrual. Un trastorno experimentado por el 20 a 40% de las mujeres en edad reproductiva.

Se presume que la disminución de los niveles de progesterona que se da previamente al inicio de la menstruación, tienen una fuerte relación con esta condición.

Los resultados son controvertidos pero un estudio comparó el efecto de los óvulos de progesterona con un placebo. El grupo que recibió la progesterona presentó una reducción en la severidad de los síntomas del síndrome premenstrual.

 

El papel de la progesterona en el embarazo

A nivel del aparato reproductor femenino la progesterona  en el embarazo es clave para el mantenimiento del mismo. Participa en el control de la maduración cervical que incluye los mecanismos anti inflamatorios, el metabolismo de la matriz, la regulación de la actividad inmune y la vascularización del tejido.

La progesterona en el embarazo es producida casi por completo por el cuerpo lúteo hasta la novena semana de embarazo. La deficiencia en la producción de progesterona por el cuerpo lúteo parece ocurrir en el 35% de los casos de aborto espontáneo.

El cuerpo lúteo se convierte en el tejido más vascularizado del cuerpo durante esta etapa. Por ello, requiere un adecuado flujo sanguíneo que proporcione a las células las cantidades necesarias de colesterol para la síntesis de progesterona, que luego circulará por el sistema.

De igual forma, la relación progesterona y embarazo se ha asociado con el poder de prevenir el parto prematuro en mujeres con cuello uterino corto. Este dato tiene un alto valor al poder reducir la morbilidad y mortalidad infantil.

 

Progesterona para el mantenimiento de la salud ósea

El hueso es un tejido complejo con un papel importante en la protección de órganos vitales y en ser la principal reserva de calcio. Se remodela y renueva a lo largo de toda la vida.

Su salud depende de muchos factores. Entre ellos las hormonas esteroideas donde tanto el estradiol como la progesterona juegan un rol esencial.

La relación entre la función de estradiol/progesterona es interesante. La primera se encarga de la resorción, es decir, ese proceso de derrumbado óseo mientras que la progesterona natural se encarga de la formación ósea por lo que previene la remodelación.

Es importante señalar que los bajos niveles de estradiol, previos al proceso ovulatorio, generan un rápido incremento de la resorción ósea.

El equilibrio entre la remodelación/renovación es un proceso que requiere de las dos partes y la salud ósea a lo largo de la vida será determinada por este balance.

Un estudio de 2 años en 123 mujeres jóvenes con menstruaciones regulares demostró que aquellas mujeres que sufrieron una alta tasa de alteraciones ovulatorias subclínicas presentaron disminución importante en la densidad mineral ósea de columna vertebral y cadera cuando se comparó con aquellas que presentaban menos alteraciones ovulatorias.

Esto significa que cuando hay irregularidades con los ciclos ovulatorios, los estrógenos y la progesterona no interactúan lo suficiente con el hueso, por lo tanto no estimulan la formación del tejido.

 

Más que una hormona, un neurotransmisor

A nivel cerebral encontramos una amplia distribución de receptores esteroideos que son estimulados por la progesterona generada en el cerebro así como aquella producida a nivel periférico.

Tal es el efecto de la progesterona que la alteración de sus niveles después de la menopausia tiene el potencial de afectar la función cognitiva y el estado de ánimo así como los procesos relacionados con el envejecimiento cognitivo y la enfermedad de Alzheimer.

Adicionalmente, la progesterona se metaboliza a alopregnanolona, el cual ejerce efectos neuroprotectores y restauradores sobre eventos traumáticos y lesiones cerebrales isquémicas al reducir el edema y restaurar la función de la barrera sanguínea.

Su metabolito (alopregnanolona) podría promover la producción de mielina y ralentiza la progresión de enfermedades cognitivas. Por todo lo anterior, la progesterona es considerada como un neuroesteroide.

Incluso la progesterona interactúa con los receptores del ácido gamma aminobutírico (GABA), un neurotransmisor con papel determinante en el comportamiento, la respuesta al estrés y la cognición. Sus funciones se han relacionado con el control de emociones como el miedo y la ansiedad.

Estos descubrimientos han permitido usar a la progesterona como un agente terapéutico para la conducta agresiva, la depresión y la ansiedad.

 

Mejora tus niveles de progesterona con tu alimentación

Los nutrientes que se han relacionado con una mejora de los niveles de progesterona en el organismo, principalmente para evitar la deficiencia por el cuerpo lúteo en la producción de dicha hormona son: la vitamina E, la vitamina C, L-arginina y omega 3.

 

Vitamina E y L-Arginina

Un estudio evaluó la suplementación de vitamina E y L- arginina en un grupo de mujeres con niveles de progesterona baja por debajo de 10 ng/ml durante la fase lútea.

Los efectos principalmente asociados a ambos suplementos son su capacidad de incrementar los niveles de óxido nítrico  en las células de los vasos sanguíneos e inducir la relajación del músculo vascular, por lo que serían capaces de incrementar el flujo sanguíneo al cuerpo lúteo.

Los resultados demostraron que la vitamina E y la Arginina son nutrientes que mejoran significativamente la función lútea y con ella los niveles de progesterona.

 

Vitamina C

Otro nutriente que se ha encontrado involucrado a la síntesis de progesterona es el ácido ascórbico o vitamina C.

Existe un flujo importante de vitamina C al líquido folicular lo cual de una idea del papel  antioxidante que desempeña este nutriente durante la foliculogénesis.

Se ha demostrado que la suplementación de ácido ascórbico mejora significativamente los niveles de progesterona en aquellas pacientes con defecto de la fase final del ciclo ovulatorio.

Por último, no podemos dejar de mencionar los ácidos grasos omega 3 que cumplen un importante rol en la formación de las hormonas esteroideas, entre ellas la progesterona.

 

En resumen

La producción de progesterona esta dominada por un complejo sistema de regulaciones hormonales. Si presentas alteraciones en tus ciclos menstruales, es necesario que busques el apoyo de un especialista que, desde el punto de vista endocrino y nutricional, pueda ayudarte a mantener la magia de la progesterona.

En los casos de embarazo es necesario aportar al organismo aquellos nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo lúteo y con ello la producción de progesterona, lo cual garantizará el mantenimiento del embarazo.

 

 


Referencias

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32259668

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